miércoles, 30 de diciembre de 2009

Cuentacuentos (22)

Frase de Sarg Bjornson.

- Atended: Elroy Workman es una persona fuera de lo común. Estoy segura de que todos lo sabemos perfectamente, pero nunca nos paramos a pensarlo. Es triste admitirlo, pero estamos tan ocupados con nuestras propias vidas que no vemos lo que él hace por nosotros, día a día, sin pedir nada a cambio. Y es que, ¿cuándo nos ha fallado? ¿Podéis pensar en un solo día en que no estuviera ahí cuando le necesitábamos? El problema es que, para bien o para mal, nos tiene muy mal acostumbrados. Y me atrevería a decir que en este caso es para mal, porque no le agradecemos lo suficiente que se desviva de esa manera por todos y cada uno de nosotros. Es más, yo diría que todos pensamos que es normal que siempre él se acuerde de las fechas importantes, que sea el que piense en organizar reuniones de vez en cuando para ponernos al día, que se preocupe de saber de todos regularmente… yo diría que ni nos damos cuenta de todo esto, ¿verdad? Ahora que alguien lo dice en voz alta parece que sí, que todos estamos de acuerdo, pero ¿lo sabe él?

El caso es que no os he reunido hoy aquí solamente para deciros esto. He tenido una idea que creo que podría hacer muy feliz a nuestro amigo Elroy. Todos sabéis que lleva meses viviendo en otra ciudad por cuestiones de trabajo y, supongo, muchos sabréis que volvía estos días para pasar las Navidades con su familia. Pues bien, creo que deberíamos organizarle una fiesta sorpresa. No una cualquiera, ésta debe ser especial. Estoy convencida de que nunca se habría imaginado que alguno de nosotros pudiera organizar nada así, y menos aún para él. ¿Qué os parece?

Todos se mostraron de acuerdo. Lo cierto es que nunca se habían dado cuenta de que Elroy era una persona tan importante en sus vidas. Empezaron a comentar en corrillos un sinfín de anécdotas que les hicieron todavía más conscientes de la situación.

Después de un rato, alguien decidió llamar a casa de Elroy para empezar a organizar todo. Necesitaban saber cuándo estaba libre para ver de cuánto tiempo disponían y asegurarse de que todo saliese perfecto. Cuando sonó el primer tono, mandó callar a los que seguían cuchicheando. Era importante que no sospechara nada. La ilusión se palpaba en el ambiente, todos estaban cada vez más implicados. Dos tonos, tres tonos… no había respuesta. Tras el cuarto tono, alguien contestó. La emoción que se había adueñado de todos pronto contrastó con la expresión del chico que estaba al teléfono, que palideció de repente.

- ¿Por qué siempre llegamos tarde?

Aún hoy la mayoría no quiere creer que el coche de Elroy patinara en aquella curva de camino a casa de sus padres, prefieren pensar que fue un mal sueño del que despertarán tarde o temprano. Ese iba a ser su día pero, por desgracia, Elroy nunca lo sabrá.

4 comentarios:

  1. Qué bonita historia! Es una pena que muchas veces sea demasiado tade para demostrar a las personas lo que las apreciamos. Todos deberíamos aprender a hacerlo día a día, igual que hacía Elroy.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Holaaaaaa!!!

    ¡¡felices fiestas para ti también!!!
    Has vuelto con una entrada triste,pero a la vez bonita...ESpero que no te vuelvas a ir tanto tiempo y que podamos seguir leyendote más a menudo vale????

    un abrazoO!!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Hay muchas personas que son dignas de admiración, y esas personas no salen en la tele ni llenas estadios en sus conciertos. Esas personas nos son muy cercanas, y muchas veces no les damos el trato que merecen.

    Un relato muy bueno que nos hace reflexionar sobre nuestro comportamiento.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Hola:

    Me gustó tu relato. Y yo digo absolutamente lo mismo que Diego Escudero. Es triste pero, el egoísmo o la ceguera es inherente al ser humano en ocasiones. Y muchas veces, siento que todo está al revés, que se hace caso a gente que no se merecería tanto esa atención como otras personas, y no sólo en esto, sino que en otras cosas, tb está todo al revés. El mundo está en un caos, una catástrofe increíble... A veces, ya es demasiado tarde :(

    Saluditos y encantada de haberte conocido :)

    ResponderEliminar