Frase de Oski.
Imaginaba que era un pirata cuando jugaba con su espada de madera y yo era su damisela en apuros… así fue cómo le conocí. Teníamos apenas siete u ocho años, fue al poco de venir a vivir aquí con mis padres. Es increíble cómo se recuerdan algunas cosas de hace tanto tiempo, detalles aparentemente sin importancia, y luego miles de cosas se pierden en el olvido.
Yo no tenía amigos, bueno, la verdad es que aún no conocía a nadie. Llevábamos unos meses en el pueblo pero no me relacionaba con la gente, y menos aún con otros niños. Era tan tímida… Me quedaba encerrada en mi casa día tras día observando cómo jugaban los demás, los espiaba desde mi ventana, sí, ésa de ahí… y nunca me atrevía a bajar a la calle con ellos.
Supongo que, como toda niña de esa edad, soñaba con que algún día llegara un príncipe a rescatarme, a sacarme de la torre en la que me mantenían encerrada que, en este caso, era mi propia casa. Con los años lo piensas y parece una tontería, pero entonces no lo era, cada día miraba por la ventana pensando en cuál de aquellos niños sería mi príncipe.
Quizás el hijo del panadero… no, era un chico muy bueno pero seguro que le faltaba ese punto de valentía, el pobre hacía siempre lo que el resto de la pandilla le pedía. ¿Será aquel otro, el que siempre amenaza al resto cuando intentan contar alguna de sus travesuras? No, ése seguro que no, a él le faltaba dulzura… Todos los días me iba a la cama decepcionada porque aún no tenía a mi príncipe pero ilusionada a la vez, con la esperanza de encontrarlo al día siguiente.
Un día le vi, con su espada de madera en la mano. Supe que ésa era la señal definitiva: él sería mi príncipe. Me asomé a la ventana y le grité: ¿Eres mi príncipe? Pero al verme él se rió y me dijo ¿Un príncipe? ¡No! Soy un pirata, ¿necesitas ayuda? Y, desde ese momento, fuimos inseparables y pronto pasó a ser algo más que un compañero de juegos, él fue mi primer amor.
- ¿Y qué pasó? ¿Por qué te casaste con el abuelo y no con él?
No lo sé, con el tiempo nos distanciamos. Él se fue a la mili y, cuando volvió, las cosas habían cambiado mucho. Ese mismo año, en las fiestas del pueblo, tu abuelo se acercó a mí en el baile y… bueno, fue un flechazo. Unos meses después de casarme me enteré de que se había marchado a vivir allí, al faro, y nadie le ha visto por el pueblo desde entonces. La verdad es que me dio mucha pena no volver a verlo, pero también me sentí aliviada. No quería hacerle daño a él, ni hacérmelo a mí misma… lo había querido mucho, muchísimo, pero estaba enamorada de tu abuelo. Supongo que no pudo ser.
- Pero el abuelo ya no está hace años… ¿no dicen que siempre hay una segunda oportunidad?
El viento no pasa por este lugar, se detiene a leer las palabras que escribes, palabras con sabor a mar, palabras cuyas raices se pierden por entre la mente de una xana que poco a poco nos descubre la dulzura de sus leyendas y al mismo tiempo provistas de una fuerza que como el Sella atrapa hasta su final.
ResponderEliminarLa mili se interpuso entre ellos, una prueba de fuerza que no pudieron o no supieron superar. El final corona una bellísima historia.
No te vas a librar de la colleja xD por parte de tu comentario grrr pero que pasa desapercibido ante el enorme abrazoo xaninaaa!!!! por tu aprobado!!! que digo aprobado :0 arraste en el examen!!
Te acuerdas de aquella filo... entre los arcos del Ayto ? Ahora me dejas decirlo? Creiste y pudiste! filóloga!!!!!!!
Sin segunda oportunidades, a la primera!!! Un abrazo enorme!!
Sí que lo dicen sí... y si se trata de un pirata en lugar de un príncipe... ¡¡entonces está más claro todavía! ;)
ResponderEliminarQué requetebonito maja!!!
P.D. Yo te perdono por publicar tan tarde si tú me perdonas a mí por venir tan tarde a leerte, vale? ;)
Mil besotes wapa!!
Ahora me voy a ver que me cuentas sobre el espejo, espejito... ;)
Que chulada niña! Yo creo que siempre hay una segunda oportunidad pero también creo que cuando se ha amado al máximo a alguien y se sigue amando aunque no esté contigo, ya no se puede volver a amar a otra persona tanto. Yo no sería capaz de enamorarme de otra viejecita si mi niña muriera de mayor...
ResponderEliminarY ala el otro por pirata soldado se quedó sin princesa y vino el bailaor y ole que ole!!
Me ha gustado mucho! Un abrazo!