- Ethan, el plan era traerla aquí. No sé qué es tan complicado.
- ¿Por qué tenemos que hacer esto? ¿No podemos dejarla en paz? No recuerda nada…
- De momento hijo, de momento.
- No voy a seguir con esto, no me parece justo.
- No me digas que te has enamorado de ella… Muy tierno Ethan, pero muy poco práctico.
Ethan pensaba en los últimos meses, cómo su madre había encontrado a Violet y le había pedido seducirla. ¿Qué quería de ella? Prefería no preguntárselo, sabía que su madre escondía algo, pero vivía más tranquilo sin saber de qué se trataba concretamente. Pero ahora era distinto, había aprendido a querer a Violet y no podía dejar que nadie le hiciera daño.
- La protegeré de ti, no se merece esto.
- Haré lo que tenga que hacer, lo sabes.
- Me da igual, madre.
No era cierto, hasta ese momento creyó que podría hacer que su madre entrara en razón. ¿Qué era eso tan horrible? Estaba confuso, no quería traicionar a su madre. Nunca le había llevado la contraria. Por otra parte, Violet no tenía culpa de nada, y ni siquiera recordaba lo ocurrido, fuera lo que fuera. Estaba decidido a ayudarla, aunque eso supusiera enfrentarse a su madre.
- ¿Ah, sí? ¿Crees que puedes hacer algo por ella? Inocente…
- ¿Y qué piensas hacer para impedirlo?
- Lo que haga falta.
- ¿Por qué es tan importante para ti?
- ¿No te das cuenta? Ella puede cambiarlo todo.
- ¿Cómo? No entiendo nada.
- No es asunto tuyo.
- Nunca pisará esta casa.
- Eso te crees tú.
- No lo permitiré.
- Muy bien Ethan, no me dejas otra opción.
Ethan miró a su madre horrorizado, como si en ese momento hubiera visto todo lo que estaba a punto de ocurrir. Su madre le miró fijamente y pronunció unas palabras que no fue capaz de identificar pero que, curiosamente, le resultaron extrañamente familiares. A continuación, notó cómo sus pies se despegaban del suelo, levantándolo unos centímetros en el aire. Quiso gritar, pero no pudo. Quiso salir corriendo, pero estaba paralizado. Tan sólo unos segundos más tarde, caía escaleras abajo, sin poder hacer nada por remediarlo.
Violet entró en el salón con lágrimas en los ojos.
- Diane, ¿qué ha pasado? ¿Cómo…?
- Violet… - contestó con apenas un hilo de voz – Aún no me lo creo, llegué del jardín y lo encontré ahí tirado... No sé, no pude, no… - y rompió a llorar.
Violet se sentía culpable, en su interior sabía que la muerte de Ethan había sido una amenaza. Ahora estaba decidida a descubrir quién iba tras ella, no permitiría que nadie más sufriera. Abrazó a Diane y le susurró al oído:
- No te preocupes, encontraremos a quien ha hecho esto, te lo prometo.