lunes, 2 de enero de 2012

Cuentacuentos (33)

Frase de Níobe.

Ese gato tiene razón y la ha tenido siempre. Ya desde el primer día te miraba raro, y a mí me gustaba imaginar lo que pasaba por su cabecita. Me he pasado horas y horas mirando sus fieros ojos, intentando averiguar sus pensamientos.

Un día quisiste sorprenderme, y me llevaste a la protectora de animales. Buscando la mascota ideal, nos encontramos con él, escondido entre las patas de una silla, y me enamoré de él. Te alegraste de que quisiera un gato, nunca te han gustado los perros. Nos lo trajimos a casa y, desde entonces, he pasado casi más tiempo con él que contigo.

Ahora puedo decirte que no lo pensaste bien, me lo regalaste como un juguete porque querías tenerme entretenida, pero pronto se convirtió en un buen amigo y, poco a poco, en una verdadera inspiración. Solamente con mirarle sabía que no estaba sola, parece increíble que lo que para ti era un simple gato significara tanto para mí.

Le llamé Pako. Para ti era un nombre estúpido para un gato. Dejé que lo creyeras, dejé que te rieras de mí por ponerle al gato el nombre de tu tío el del pueblo, dejé que no vieras lo que has tenido delante todo el tiempo. Ni siquiera ahora te das cuenta de tu error, ¿verdad?

Te lo he dicho y te lo repito, ese gato tiene razón. Siempre lo ha sabido todo de ti, y no sólo por lo que ha tenido que presenciar, lo supo incluso antes de conocerte. Recuerdo sus enormes ojos color miel clavados en ti el día que fuimos a la protectora, en ese momento supe que tenía que ser él y ningún otro.

Sé que no te has percatado, pero ese gato ha sido mi salvación. Todos los días, cuando te marchabas de casa para ir a trabajar, Pako esperaba pacientemente unos segundos hasta que oía la llave girar en la cerradura. Entonces, venía a la habitación y, de un salto, se subía a la cama y se acurrucaba junto a mí. Era mi mejor amigo, mi único amigo.

Los días que habías salido con tus amigos, cuando os tomabais unas cuantas copas de más, esperaba a que el alcohol hiciera su efecto y te desplomaras en la cama hasta el día siguiente. Él maullaba para que fuera con él al salón, lamía mis manos y, aunque no te lo creas, conseguía que me sintiera mejor.

Hace tres días que Pako se fue, y tú ni siquiera lo has notado. Supongo que por fin ha hecho honor a su nombre, aunque para ti siga siendo una chorrada. De hecho, siempre te ha hecho gracia que estudiara idiomas, especialmente esos que, según tú mismo decías, no servían para nada.

Ahora ya es tarde, pero, si me hubieras escuchado alguna vez, sabrías por qué el gato se llamaba Pako, ya habrías entendido lo que intento decirte y no estarías en esta situación. Por suerte para mí, sólo eres un idiota que ha tenido demasiada buena suerte hasta ahora.

Y es que ese gato tiene razón, la única solución es dejarte, aunque signifique no saber qué pasará mañana. Cuando vi que Pako no volvía, comencé a perder la esperanza y pensé que todo volvería a ser como antes. Sin embargo, esta mañana algo cambió.

Te fuiste como cada día dando un fuerte portazo. Después, como siempre, oí que volvías a introducir la llave en la cerradura y, tres vueltas después, la sacaste para irte a trabajar. De repente, me pareció escuchar un maullido. Pensé que me había vuelto loca, pero ahí estaba Pako, en el balcón, golpeando el cristal con su patita.

Resulta irónico que tú me hayas regalado a Pako porque, desde ese momento, supe que algún día él me ayudaría a escapar de ti. De hecho, ‘Pako’ significa ‘huida’ o ‘fuga’ en finlandés. Incluso ‘Paco’, que tan ridículo te parecía para un gato, viene de ‘Francisco’, cuyo significado es ‘libre’. Lo sabrías si te hubieras molestado en leer esos libros que creías inofensivos y comprabas para tenerme entretenida, pero que, al igual que el gato, han servido para que me libre de ti.

Ahora Pako ha hecho honor a su nombre y me ha inspirado para hacer lo mismo con el mío. No sé qué será de ti, y no me importa. Tampoco me preocupa qué pasará conmigo, nada puede ser peor que tú. Adiós.

- Victoria -

Más historias: http://www.elcuentacuentos.com

7 comentarios:

  1. Me ha encantado!!! Ainssss cuantas veces en el pasado me hubiera gustado tener un Pako junto a mi que me hiciera ver la realidad... Esta semana eres de mis imprescindibles.

    Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

    ResponderEliminar
  2. El cariño que puede dar un animal y la sabiduría que puede aportar un libro, frente a la grotesca rutina inmersa en su propio ego.
    Esos arañazos de Pako desde el balcón lograron rasgar el velo y conseguir una gran victoria.

    Magnífico relato xanina, \=/ por un muy buen año!! ;)

    ResponderEliminar
  3. Zasca! pedazo de relato nena! y la verdad es que es asi, a veces los animales nos dan esa fuerza necesaria para hacer las cosas ese pequeño empujoncicto que nos falta, bessos!

    ResponderEliminar
  4. Por fin su nombre cobra el significado adecuado. Me ha gustado mucho, aunque por un momento me has tenido en vilo: pensaba que se iba a suicidar.

    Besotes.

    ResponderEliminar
  5. Peazo relato! Peazo de idea! Y peazo exposición! :)
    Me ha encantado! Incluso se ha me hecho cortito por la manera en que se van encauzando los párrafos.
    Yo también pensaba que se iba a suicidar. Pero mira... hablando de significados de nombres, el suyo es lo que consiguió: Victoria.
    Felicidades Xanina!!!
    Pa ti un culín recién escanciau pa celebra'l 2012!!!

    Hell.

    ResponderEliminar
  6. Muy bien, carta de despedida, como de ahí te quedas que me las piro con mi gato. el gato que inspira su libertad. felicidades. Mundoyás.

    ResponderEliminar
  7. Joder a eso le llamo yo una buena carta de despedida. Una de las palabras más difíciles de pronunciar es un "adiós", pero cuando se vive en una situación similar a la que has descrito, sin duda es lo mejor que se puede hacer.

    Llego muy tarde, lo sé pero es que no he podido pasarme antes :(

    ResponderEliminar