… y con esta historia del revés
acabamos Cuentacuentos (8) y (10)
acabamos Cuentacuentos (8) y (10)
Lo había hecho, le había dejado solo. Tantos meses luchando, tantas horas sentado frente a su cama, todo eso para nada… ella se había ido para siempre. Ahora ya lo habían preparado todo, sólo serían unas horas recibiendo amigos y familiares, y todo acabaría por fin. Todo era demasiado duro para él, pero tenía que sobreponerse porque, aquella tarde, el cementerio estaba lleno de gente dispuesta a hablar con él.
- Nunca se habría imaginado que vendría tanta gente…
- Ya, no era consciente de lo que significaba para todos.
No, ella nunca quiso aceptar lo importante que era para todos sus amigos, le resultaba imposible creer eso. La respuesta estaba ahora más que clara, ya que algunos de ellos habían recorrido miles de kilómetros sólo para estar allí, apoyando a su familia.
Para él no había consuelo posible, ahora sí que la había perdido, ahora sí que no volvería. Todos intentaban animarlo recordando los buenos momentos, que habían sido muchos. Le decían que ya no sufriría más, que los últimos meses habían sido demasiado duros, que al final eran las máquinas las que la mantenían viva… pero nada era suficiente, necesitaba estar solo, sólo eso, necesitaba estar solo y llorar.
Sin embargo, los demás tenían razón, los últimos meses habían sido un susto tras otro y ya hasta creía que se sentiría aliviado cuando ella se fuera definitivamente, creía que se había hecho a la idea. Pero no, llegado el momento, sentía que no podía seguir viviendo, al menos no sin lo que más le importaba, no sin la mujer que le había dado tanto.
Había pasado tanto tiempo con ella en aquel hospital… y aún seguía creyendo que ella se despertaría, pero esta vez no lo hizo. Siempre a su lado, le contaba cómo la había conocido, cómo había pasado horas y horas hablando con ella, cómo se había presentado en su casa aquél día a comer, cómo habían pasado juntos una semana maravillosa, cómo… bueno, le contaba todos y cada uno de los detalles de su vida juntos con la esperanza de que ella le contestara.
Cuando ingresó en el hospital, todos pensaban que se recuperaría porque era una mujer fuerte y ya había superado cosas peores. Pero según iban pasando los días, las semanas, los meses… eso cambió, y ella se fue dejando ir poco a poco, hasta que un día se durmió para no despertar nunca más.
Los médicos les habían dado pocas esperanzas, pero siempre pensó que saldría de ésta. La necesitaba a su lado, no podía imaginar su vida sin ella y no quería hacerlo. Es más, tenía tantos planes que ni siquiera se planteó la posibilidad de perderla, sólo tendría que retrasarlo todo unos meses, nada más.
Habían sido tantos años juntos… se lo habían dado todo el uno al otro. No eran sólo las palabras, las caricias, los abrazos, los besos… no, era mucho más que eso. Un día se prometieron estar juntos para lo bueno y para lo malo y así lo hicieron.
Sí, se habían casado, habían tenido dos hijos a los que adoraban y habían cumplido su sueño de estar juntos toda una vida. Al principio les parecía tan difícil todo eso… no era sólo por la distancia, era el miedo al rechazo, el miedo a cambiar de vida radicalmente, el miedo a arriesgarse y perderlo todo... pero el miedo era ya parte del pasado.
Cuando, aquel día, ella despertó del coma, sólo tenía una pregunta en mente:
- ¿Te casas conmigo?
- ¿Qué?
- Te estoy pidiendo que te cases conmigo, que cuando salgas de aquí lo preparemos todo y no nos volvamos a separar nunca más… ¿qué dices?
- Bueno, yo te quiero pero…
- No me hace falta nada más. He estado a punto de perderte y ahora no lo voy a hacer. ¿Nos casamos?
- ¿Sí quiero?
- ¿Lo dices en serio? ¿No me vas a dejar?
- Nunca te dejaré solo, nunca más.
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jo qué bonito final; se me ha puesto la piel de gallina.
ResponderEliminaraiss por lo menos, ella se marchó feliz.
:)
un beso bien grande guapa
Te ha quedado una historia preciosa y muy emotiva. Al final se marchó pero creo que lo hizo en paz y feliz.
ResponderEliminarEso seguro que alegró a los que estavieron cerca sus últimas horas.
Un abrazo
Jolin con la conversación última me has emocionado... te ha quedado genial la parte final del relato. Al final se muere de vieja...pero con una vida maravillosa junto a él, uffff menos mal que la salvaste, necesitaba ese final feliz.
ResponderEliminarPero el tiempo no pasa en balde, y la muerte siempre llega. Me ha gustado muchísimo, en serio. Con cada parte me has emocionado, pero he podido retener al final la lagrimilla que me asomaba del ojo.
Un besote!
Venía yo pensando "como Cris se cargue a la prota en coma... ¡me la cargo yo a ella"...
ResponderEliminarY ya estaba yo cabreada contigo... menos mal que al seguir leyendo me di cuenta de la realidad. Muere si, pero tras salir del coma y tras muchos años al lado de su amor!!
Corazón!! que esto de la historia al revés te ha venido de lujo para acabar tu pequeña trilogía, jejeje
Inmejorable wapetona, de corazón te lo digo!!
Muchos besotes y todos los aplausos que quieras!!
P.D. Algún día... déjate criticar un poquito, ¿vale? que así no se puede joé!! ;)
Jeje, tengo que reconocer que al principio he pensado que te habías cargado a la pobre chica en coma...pero luego cuando he leído el final (o el principio...) ya lo he entendido todo!
ResponderEliminarTe ha quedado una trilogía preciosa,y una última historia muy emotiva. Me alegro de que despertara y fuera muy muy feliz!
Un besito!
Y eso que te pilla en medio del periódo de tiempo mas complicado del año para que halles tiempo para escribir. Que si llegas a tenerlo...
ResponderEliminarNo sabes como me alegra cada vez que superando tu autocrítica decides escribir. Genial el como llevas a lo largo de esta como de la anterior parte de la historia el paso del tiempo, como con un solo escenario, el de él junto a ella, recorres ambas vidas sin que nos perdamos por ellas el hilo de la historia. Una historia entrañable llena de una emoción rasgada por un brillante final.
Un abrazo xanina!
PUEDES.
ResponderEliminarVamos xanina!! Filolilogilo bueno eso xD
Un abrazo!