martes, 17 de enero de 2012

Cuentacuentos (35)

Frase de Roc.
Reto: Frase al final del relato.

Había sido un día muy largo. El pequeño Alex había estado especialmente insoportable desde por la mañana, pero se acercaba el peor momento del día: la cena.

Violet sabía que cuidar de ese demonio disfrazado de niño de siete años no era el trabajo de su vida, pero se vio obligada a aceptarlo. Esperaba poder encontrar algo mejor en unos meses, pero aún no había decidido qué. Tenía la sensación de no encajar en ningún sitio y dejaba pasar el tiempo intentando descubrir su verdadera vocación.

La madre de Alex le había dejado acelgas para la cena. “Qué maja,” – pensó – “como no se las tiene que dar ella…”. Y es que si había algo que Alex odiaba de verdad eran las acelgas. Las odiaba con toda su alma. No podía ni verlas.

Violet miró el reloj, llegaba la hora de la cena. Se armó de valor, buscó la poca paciencia que le quedaba, y exclamó:

- Alex, ¡a cenar!

- Por fin. ¡Me muero de hambre! – Entonces, vio el plato sobre la mesa – Pero qué asco, eso no será para mí, ¿no?

- Claro que sí, es lo que ha dejado tu madre.

- Pues no lo quiero, hazme otra cosa.

- Tienes que comértelas, ya lo sabes.

- Pues no me da la gana, cómetelas tú.

La discusión siguió un par de minutos, pero Violet sabía que llevaba todas las de perder si seguía por ese camino. De repente, se quedó callada un instante pensando la mejor forma de engañar a Alex.

- Bueno, entonces… ¿qué me vas a hacer para cenar?

- ¿Sabes qué? No te las comas, me da igual, es tu problema.

- Le voy a decir a mamá que me dejas no comer acelgas.

- Como quieras, pero el que te arriesgas eres tú.

- A mí igual me castiga, pero a ti seguro que te echa. ¿Quieres que te eche? Qué tonta…

- No sabes lo que les pasa a los niños que no se comen las acelgas, ¿verdad?

- Uy sí, qué miedo…

- Pues una vez, una niña no se comió las acelgas para cenar y…

- ¿Y qué?

- Pues que se quedó sin cenar. Pero eso no tiene nada que ver, los problemas vinieron por la noche, cuando estaba en su cama.

- Sí claro, el monstruo de las acelgas vino y se la comió. No creo en los monstruos, ya soy mayor, ¿sabes?

- No, un monstruo no. Pero, cuando se estaba quedando dormida, oyó un ruido al fondo del pasillo. Tenía miedo, así que escondió su cabecita bajo las sábanas y cerró los ojos muy fuerte para intentar dormirse pronto.

- Eso también lo hacía yo de pequeño, y nunca pasaba nada. Me dormía y al día siguiente todo estaba normal.

- Pues ella no se pudo dormir, porque alguien la cogió en cuello y se la llevó. No pudo ver quién, la sábana tapaba su cara…

- Sí claro…

- …y la sacaron de su casa, lo supo porque hacía frío y podía oír el ruido del viento entre los árboles, y tenía miedo, quería gritar y llamar a su mamá, pero no podía hablar, – Violet seguía hablando, cada vez más rápido y ajena a las burlas de Alex, como si no pudiera escucharle, como si no pudiera callarse – y escuchó a gente hablar en otro idioma, algo que no había escuchado nunca, algo que le daba más miedo que el que había sentido antes, algo que…

- ¡Cállate! – gritó Alex llorando desconsoladamente – Va a venir mamá y te va a echar por contarme esas cosas, eres mala, eres tonta, y a mí eso no me va a pasar porque mamá y papá me van a cuidar. ¡Tonta!

Violet reaccionó de repente. Con el grito de Alex salió de su trance y empezó a pensar. ¿De dónde había sacado esa historia? Nunca la había oído y, aun así, le resultaba extrañamente familiar. ¿Un recuerdo tal vez? No podía ser. Un escalofrío recorrió su espalda.

Miró a Alex y pudo ver que el miedo se había apoderado de él. A pesar de todo, tan solo era un niño pequeño aterrado por la historia que acababa de oír. ¿Cómo podía ser tan cruel con él? Decidió mentirle y hacerle creer que se lo había inventado, así Alex cenaría tranquilo y se iría a dormir:

- No llores, era sólo una historia para que te comieras las acelgas.

- ¿Continuará? -

8 comentarios:

  1. Jejejeje, ha dejado al pobre niño tiritando...

    Y encima sabiendo que quizás no sea solo un cuento, aunque intentase arreglarlo leugo. Creo que más de uno dormirá con la sábana en la cabeza esta noche.

    ;-)

    Me gustó.

    Un saludo.

    Oski.

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  2. Pues estaría bien que la continuases, tienes dos vías,Alex y la Nana o Nani o niñera, jejeje. Esto me ha hecho recordar cuando estaba en pareja y tenía que hacer que el hijo de mi pareja cenara algo que no le gustaba, no veas la que tenía que liar... jajajaja... Felicidades. Mundoyás

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  3. uy! yo si quiero que continue que he pasado del niño y quiero saber si era real o no!! :)

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  4. Las historias de miedo suelen ser uno de esos "recursos" para que los niños imposibles obedezcan. En este caso nos dejas con la duda de si es una historia inventada o tal vez no... me gusta ese suspense final.

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  5. La velocidad que adquiere Violet en su narración la trasladas muy bien a la historia haciéndonos partícipes en ese párrafo de ese momento de tensión y de la quietud que sigue después.
    ¿Qué misterio encierra ese instante que paralizó a Violet?

    No, no nos vas a dejar sin saberlo! :)

    Que mejor que un culin \=/ para acompañar a las acelgas! Un abrazo Xanina!

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  6. Era esa historia un recuerdo de la infancia de Violet? Quizá por eso ella siente que no encaja en ningún sitio? Espero que algún día lo sepamos...

    Me ha gustado mucho guapa! Y bueno, yo dije que esta semana sería difícil sorprender cuando ya conocíamos el final, pero nunca dije que no fuese a intentarlo ;p

    Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

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  7. Siento yo también pasar tan tarde a comentar! Aunque lo leí el otro día, justo cuando lo colgaste, pero tenía prisa y no tuve tiempo para dejarte algunas palabras.
    Me gusta a la chica cuando empieza narrando una simple historia, que en un principio tenía que ser algo "light", pero que más tarde se va animando hasta dejar, no sólo al nenu, sino a todos lo que están leyendo, el temor en el cuerpo.
    ¿Estás preparada para la semana que viene? :)
    Pues si no lo estás... un culín pa' tí!!! ;)
    Un beso!

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  8. Es que a veces los niños sacan nuestro lado más cruel. Siento pasar tan tarde. Apenas he tenido tiempo esta semana. Besotes.

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